lunes, 5 de septiembre de 2011

Cobardes


Cobarde: Que carece de valor o de ánimo para enfrentarse a un peligro, a una dificultad o a un esfuerzo, o muestra esa carencia.

Se ha puesto de moda quejarse de la desigualdad de nuestra liga, sobre todo entre aquellos que, poco acostumbrados a codearse con la élite, han vivido recientes momentos de cierta gloria pasajera. Estas plañideras olvidan fácilmente que es en la medianía donde habitualmente han habitado y que lo que ahora denuncian como injusticia es una constante en la historia de nuestro fútbol. ¿O qué fueron las cinco ligas del Madrid de los 80 o las cinco copas de Europa en los 50, entre otros ejemplos que se pueden dar, sino un ejercicio despiadado de excelsa dictadura futbolística?

Confundir desigualdad, algo inherente al fútbol, con injusticia es de necios interesados. Retirarse de la lucha cuando la batalla apenas ha comenzado es un acto de cobardía y de desprecio a la competición que será debidamente castigado con un injusto diluvio de goles y fútbol. Y a otra cosa.


En la imagen, Di Stefano marca uno de sus tres goles al Eintracht de Frankfurt en la final de la Copa de Europa de 1960 que ganó el Madrid por 7-3. Puskas marcó los otros cuatro.